ALEGRANZA: HACIA UNA EDUCACIÓN POÉTICA
24 de julio de 2022
ALEGRANZA sigue
explorando: poesía oriental, educación de chicos... y grandes.
Segunda parte de la
nota de LILIANA WEISBEK y sus talleres de HAIKU.
Talleres de Poesía Haiku en las Escuelas para Adultos
del Municipio de Tigre
Por las profesoras Julia Martín y Silvina Maciel
¿Por qué Poesía Haiku
en las escuelas de Tigre?
El Programa Municipal
de Lecturas y Escrituras “Tigres Lectores”, que promueve la Subsecretaría de
Educación, tiene como finalidad propiciar el derecho a la lectura y la
escritura a niños, niñas, jóvenes y adultos de escuelas de gestión estatal de
todo el distrito con los ejes principales de la palabra escrita y el texto
literario.
Proponemos, para los
alumnos que inicien sus estudios en las EEPA y sus docentes, una experiencia
poética, con el fin de crear un vínculo con la palabra escrita a través de la
literatura.
Los alumnos recibirán
un kit con útiles escolares y, además, seleccionamos cuidadosamente dos libros
para implementar en las aulas: El Haiku va a la Escuela de la autora Liliana
Luisa Weisbek (libro guía para los docentes) y El Delta en Haiku de las autoras
Liliana Luisa Weisbek y Gloria Benítez (para los alumnos), ambas autoras
tigrenses y participantes de los Talleres Literarios Municipales.
La poesía Haiku podrá
ser una herramienta muy útil para aprender. El acercamiento a la palabra
escrita, mediante los Haikus, se convertirá en algo lúdico, creativo y bello.
El Haiku en el aula
Los encuentros se
basan en el trabajo con los alumnos a partir de lo que les despertó el libro:
El Delta en Haiku.
A partir de la
pregunta: ¿todos tienen el libro? ¿qué les pareció? ¿hay algo que les llamó
especialmente la atención?
Generalmente responden
sobre la tapa o las fotos o lo breve de lo escrito.
Tomamos el título del
libro y nos enfocamos en dos palabras: Delta y Haiku, y entre todos vamos
construyendo sentido.
A partir de las
respuestas y algunas preguntas vamos anotando en el pizarrón la definición de
Haiku, sus características, los requisitos y lo específico del Haiku
tradicional.
Después trabajamos
sobre las imágenes. Dicen palabras que ven en las fotos o cosas que saben que
son del paisaje del Delta.
Una vez escritas todas
las palabras en el pizarrón separamos en sílabas.
A partir de allí
escribimos Haikus entre todos. En el pizarrón armamos la estructura (5-7-5) y
con las palabras que tenemos buscamos armar Haikus. Luego volvemos sobre esa
estructura para ver si cumple con el resto de las características que debe
tener un Haiku. En el caso que no, vemos si podemos reescribir para que cumpla.
Finalmente hablamos de
la cultura, de las diferencias culturales. La contemplación, la fugacidad del
tiempo, la naturaleza.
Cada uno cuenta un
momento del día, del año en que le gustaría detenerse. Lo que le hace sentir.
Tratamos de ponerle palabras a eso como una imagen.
Un ejemplo:
La
casa limpia,
aroma
de jazmines,
espera
el mate.
Este ejemplo lo hizo
una señora que contaba sobre ese momento en que terminaba de limpiar toda la
casa, ponía las flores y tomaba un mate de merecido descanso.
El Haiku sana y salva
por Alicia Iborra
Voluntaria, dicta Talleres Literarios y Catequesis en
el
Pabellón N*2 de Mujeres del Penal de San Martín
Cuando mi hermana
Marta me regaló los dos libros escritos por Liliana Luisa Weisbek: “El Haiku va
a la escuela”, que es un manual donde desarrolla las pautas básicas para
escribir Poesía Haiku, y “Bichitos de Luz”, que es una compilación de los Haiku
escritos por sus alumnos de sexto grado de la escuela primaria, decidí
incorporarlos inmediatamente al Taller Literario que desde hace años dicto en
el Pabellón N* 2 de Mujeres del Penal de San Martín.
La tarea siempre es
ardua, son mujeres que han vivido situaciones difíciles, casi límites, algunas
apenas saben leer y escribir y la vida en reclusión no es fácil. De hecho, me
he dado cuenta, en los años que llevo dictando el Taller Literario, que les
resulta más llevadero escribir poesía que narrativa.
Es por eso que el tema
de la Poesía Haiku me entusiasmó. Lo que no me imaginaba era el impacto y el
entusiasmo que despertaría en mis alumnas.
Comenzaron
inmediatamente a contar las sílabas, se agruparon de a dos o tres para, juntas,
escribir un Haiku. Fue una hermosa algarabía. A la siguiente semana me
mostraron los Haiku que habían escrito en esos días y no pude menos que
maravillarme.
Por eso digo que el
Haiku: sana y salva. Porque dejaron de pensar en escribir sus tristes historias
que es lo que venían haciendo y llevaron sus miradas hacia otra dirección,
hacia la Naturaleza, a la que solo pueden alcanzar con el pensamiento y los
recuerdos.
Buscando inspiración
comenzaron a observar las pocas macetas con las que otra voluntaria las está
ayudando a armar una huerta y comenzaron a prestar atención a un brote de
perejil que está naciendo o a una hoja de albahaca que se cae. También
comenzaron a notar a los pájaros que eventualmente se acercan a las macetas
buscando alguna semilla o algún insecto.
Buscaron en lo
profundo de sus recuerdos, aun los más lejanos y recordaron algún rio con
árboles en sus márgenes, con peces de colores nadando en el mismo, aunque estas
imágenes fueran solo fruto de su imaginación porque su realidad anterior y
actual es bien distinta.
El Haiku las está
cambiando, las entusiasma, les ha dado fuerzas renovadas y estoy segura de que
en esta transformación que están viviendo a través de la Poesía podrán sanar
sus heridas y salvar sus almas.
Les propuse hacer una
jornada de Haiku para incorporarlos a este texto y el entusiasmo fue total. Los
iban leyendo en voz alta y dos de ellas hacían de jurado, contando las sílabas
y con sus pulgares daban el veredicto, pulgar para arriba o pulgar para abajo.
Fue fantástico verlas contar las sílabas con tanto entusiasmo y tratar de
encontrar algún sinónimo en caso de no llegar a la métrica necesaria para
lograr la poesía.
Fue un maravilloso
trabajo en equipo con la colaboración de todas ellas. Escribieron más de veinte
Haikus. Vuelvo a insistir que me emociona lo creativas que Dios ha hecho a
todas las personas, en cualquier situación que se encuentren, y como el hecho
de escribir Poesía Haiku las ha conectado con su ser. Algunos ejemplos:
Color
verdoso
juncales
bailarines
en
la orilla.
Estela
Blanca
nieve.
El
susurro del viento
bajo
la niebla.
Estela
Entre
las islas
canoa
deslizando
por
los arroyos.
Estela
Álamos
altos
sinfonía
de jilgueros
paisaje
verde.
Samanta
Oscura
niebla
que
cubre mi corazón
en
lo profundo.
Analía
Es
primavera
la
risa de las flores
mis
ojos brillan.
Yesica
Flor
de cerezo.
Se
va la primavera.
Las
aves tristes.
Clarisa
El
rio en calma.
Cerca
de la orilla
gente
alegre.
Claudia
Como
las olas
viniste
y te pierdes
en
mi mirada.
Analía
Danza
de peces,
música
de pájaros,
árboles
verdes.
Samanta
La
luciérnaga
pronto
desaparece
la
luz de los días.
Yesica
Taller de Poesía Haiku – Nivel Inicial – para Adultos
Café Librería Tertulia de Don Torcuato
Por Liliana Luisa Weisbek
Dada la repercusión
que tuvieron los tres libros editados el año pasado, decidí dar un paso más y
organicé un Taller de Poesía Haiku, de Nivel Inicial en el café librería
Tertulia de Don Torcuato.
El interés por el
mismo hizo de debiéramos acotar el número de participantes a seis personas para
que todos pudieran interactuar en el mismo.
El interés demostrado
en los primeros encuentros, indican que las participantes continuarán por lo
que habitualmente llamamos “el Sendero del Haiku”.
A continuación, les
comparto algunos de los Haikus que las participantes escribieron en clase, que
son muy interactivas y enriquecedoras, ya que cuentan con los diversos aportes
y preguntas de las mismas:
Luz
en mis ojos.
La
primavera llega.
¿Dónde estás hoy?
Alicia
Cálido
viento
perfumando
de lluvia
las
hojas verdes.
María Teresa
Cantan
los pájaros,
concierto
de silencios,
en
el ramaje.
Maika
Sueña
la rama
desde
su desnudez
con
la savia y el sol.
Maika
Las
mariposas
se
encienden luminosas,
multicolores.
Maika
Verano
intenso,
festejan
los mosquitos,
brindis
de sangre.
Maika
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